Antes de 1970, Cx. ocossa era considerado sinónimo de Culex aikenii (Aiken & Rowland) (Stone et al. 1959), pero Belkin (1970) lo revalidó junto con Culex panocossa Dyar, una especie que no se encuentra en Argentina, y el nombre aikenii fue relegado a nomen dubium. Culex ocossa no figuraba en la lista de Argentina de Knight & Stone (1977)". (Mitchell & Darsie, 1985).
Relación con enfermedades: La especie puede estar involucrada en la transmisión del virus Western Equine Encephalitis (WEEV) en las provincias de Chaco y Corrientes (Sirivanakarn y Jakob, 1981). Los virus WEE, Para y Venezuelan Equine Encephalitis fueron aislados de especímenes de Culex ocossa entre 1977 y 1980 en la provincia de Chaco (Mitchell et al., 1985). Sin embargo, la importancia epidemiológica de Culex ocossa podría estar subestimada ya que se consideró sinónimo de Culex aikenii hasta 1970. Se hicieron muchos aislamientos de virus a partir de especímenes identificados como Culex aikenii. Esta última, fue infectada naturalmente con una cepa salvaje del virus Venezuelan Equine Encephalitis (VEEV), y fue infectada y pudo transmitir el VEEV en condiciones de laboratorio (Galindo & Grayson, 1971; Galindo, 1972; Galindo & Adames, 1973).
Los estados inmaduros se han colectado en hábitats permanentes que incluyen lagos, ríos y márgenes de pantanos en bosques, jardines y en los costados de las carreteras, generalmente con abundante vegetación flotante (Pistia, Eichhornia, Salvinia, Azolla) en asociación con Culex delpontei y Culex pereyrai en Brasil. Los adultos son nocturnos y se alimentan de humanos. La identificación de la comida sanguínea mediante la prueba de precipitina en hembras alimentadas de Culex ocossa indicó que estos mosquitos se alimentan de mamíferos y aves.